REORGANIZACIÓN DE LA BIBLIA
- judaismom
- 17 mar 2021
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Actualizado: 17 mar 2021
Un hijo de un obispo cristiano, Marción, que era un paulinista radical, intentó hacer esto. Al negarse a incorporar la Biblia hebrea y la mayoría de los escritos apostólicos que circulaban en el siglo II, Marción cortó las raíces históricas del Mesías judío. Con esto logrado, formó su canon bíblico que solo contenía la versión desjudaizada de Lucas, Hechos de los Apóstoles y 10 de las epístolas de Pablo.
Como reacción al canon de Marción, los creyentes en Yeshua reunieron un canon que incluía la Septuaginta (Biblia Hebrea traducida al Griego) más los escritos apostólicos. Este canon no hizo ninguna diferencia entre las "Sagradas Escrituras" comúnmente conocidas como el "Antiguo Testamento" y las Escrituras Apostólicas. Los primeros códices Bíblicos no tenían portadas que presentaran las escrituras de la primera (Tanak) o segunda parte (Escritos Apostólicos), lo que significa que no se hizo una distinción clara entre las escrituras más antiguas y las más nuevas.
Este nuevo canon se reunió cronológicamente con la versión griega de la Biblia hebrea, los cuatro evangelios, el libro de los Hechos, seguido de las epístolas apostólicas generales antes de presentar los escritos paulinos.
Al contrario del canon de Marción, que alejó al Mesías de la historia de Israel, este canon de cronología introdujo al lector a la historia de Israel y el advenimiento del Mesías redentor.
El primer evangelio en las escrituras apostólicas, que introdujo al Mesías, es Mateo. Este evangelio comienza con la cronología de Yeshua conectando los libros anteriores con los escritos apostólicos formando una sincronía y unión entre ambos. En los codices antiguos del segundo siglo el orden cronológico, después del libro de los Hechos, seguían las epístolas generales de los Apóstoles (Juan, Pedro, Santiago).
Presentando las cartas generales (Juan, Pedro, Santiago) antes de las epístolas de Pablo; el lector percibía una comprensión apostólica, autoritaria y fundamental de la fe del primer siglo.
Posteriormente en el cuarto siglo a la orden de Constantino las escrituras de tradujeron al Latín. El encargado de esta traducción fue “San” Jerónimo quien reorganizó el orden de las epístolas colocando los escritos paulinos después del libro de los Hechos. Al hacer este cambio las ubicación de los libros la Biblia y esta es la que tenemos en nuestras manos. Este orden le da una percepción errónea al lector en la cual el Apóstol Pablo es desjudaizado y mal interpretado en el contexto histórico de las promesas de Dios al pueblo de Israel.
El Mesías se manifestó en este mundo y con Él una nueva interpretación de la ley (Mateo 5). No fue el conquistador Ben David, sino el sufriente Ben Yosef quién trajo el reino de Hashem a este mundo. Al tratar de desconectar al Mesías de su contexto histórico-cultural, podemos caer en el error de mal interpretaciones y entonces formar nuevas religiones. Pablo y Jesus (Yeshua) eran Judios, es una fe Judía, regresemos al entendimiento correcto escrituras y preparemos el camino para el regreso del Rey.

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