ORIGEN DEL DICTAMEN APOSTÓLICO (HECHOS 15)

Contrario a la creencia cristiana de qué Yeshua (Jesús) ha eliminado la ley y que esta ha sido "clavada en la cruz", los evangelios arrojan luz en una dirección opuesta. Cuando se lee sin una suposición doctrinal cristiana, Yeshua puede verse claramente como un rabino judío en el Nuevo Testamento.

Algunas interpretaciones cristianas consideran el decreto apostólico de Hechos 15 como una regla para una “religión recién fundada”, contrario a esto, vemos una regla “halájica” (ley judía) Apostólica para los gentiles creyentes en el Mesías judío.

La Torá, en Levítico 17-18, especifica los mandamientos para los "gentiles justos".

17:8 ”Entonces les dirás: 'Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que residen entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio,

17:10 'Si algún hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que residen entre ellos, come sangre, Yo pondré Mi rostro contra esa persona que coma sangre, y la exterminaré de entre su pueblo.

17:12 "Por tanto dije a los Israelitas: 'Ninguna persona entre ustedes comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún extranjero que reside entre ustedes.'

(10 y 12 hablan de la misma ley)

17:13 "Y cuando algún hombre de los Israelitas o de los extranjeros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra.

18:26 ’Pero en cuanto a ustedes, guardarán Mis estatutos y Mis leyes y no harán ninguna de estas abominaciones, ni el nativo ni el extranjero que reside entre ustedes

(Referente a las leyes morales previamente mencionadas en los versos 1:25)

Ya'kov (Santiago) hace referencia a estos mandamientos, estas cuatro prohibiciones a los "extranjeros que residen entre ellos" corresponden a las cuatro prohibiciones del Decreto Apostólico en el mismo orden.

Hechos 15:29 que se abstengan de lo que ha sido sacrificado a los ídolos, de sangre, de la carne de animales que han sido estrangulados y de fornicación. Si se guardan de tales cosas, harán bien. Pásenla bien.”

Si uno ve las cuatro prohibiciones mencionadas en Hechos 15 como regulaciones que crearían el marco en una congregación judío-gentil, vemos que los creyentes judíos podrían mantener los requisitos de pureza mientras se relacionaban con los creyentes gentiles en el Mesías, entonces la intención de la prohibición era la de permitir la observancia de la Torá para los creyentes judíos. Las prohibiciones, por tanto, cumplen la ley.

Santiago eligió estas cuatro prohibiciones exactamente a causa de su exégesis de la ley. Las profecías de la conversión de los gentiles a Dios en la era mesiánica muestran que, si bien estos gentiles no están obligados a convertirse en judíos y a observar la Ley en su conjunto, la Ley misma los prevé y legisla para ellos. Las prohibiciones reflejan la autoridad de la ley que se aplica a los gentiles.

Aceptar a los gentiles como gentiles no significa que estén libres de los requisitos éticos o de pureza, pero se espera que obedezcan la halajá para los gentiles justos establecidos en el grado apostólico desarrollado a partir de leyes . "para el extranjero dentro de tus puertas". Estas prohibiciones se basan en la ley misma y se exigen de ella.

Si se exigiera a los cristianos gentiles que se convirtieran en judíos, entonces Dios no podría ser Uno. En eso, si se requiriera conversión, entonces eso significaría que Dios es el único Dios de Israel pero no el único Dios de todas las naciones a través de Yeshua Mesías.

Estos son los Gentiles son los extranjeros que no son prosélitos, los gentiles que viven entre el pueblo de Israel. Estos dos capítulos no tratan sobre los requisitos para la salvación, sino sobre la comunión con Dios y con su pueblo.

Una sola persona no puede observar todos los 613 mandamientos. Algunos mandamientos son solo para mujeres, otros para sacerdotes e incluso hay algunos mandamientos específicos que sólo el Sumo Sacerdote podría cumplir. El decreto apostólico ordena a los gentiles que guarden la ley, y ellos guardan esa parte de la ley requerida para vivir junto con los judíos.